Ya antes del anuncio de la cancelación de House habíamos podido disfrutar de un nuevo capítulo y no uno cualquiera, sino prácticamente uno de los mejores capítulos de la temporada, grabado desde un diferente ángulo al acostumbrado y que ha estado repleto de emociones y sucesos muy trascendentes.
Tras un complicado inicio de temporada para House por su estancia en la cárcel, hemos presenciado como su vuelta al hospital significaba la formación de un nuevo equipo y la vuelta a cuenta gotas de varios miembros pasados y el abandono definitivo de otros. No sin obstáculos, House ha conseguido volver poco a poco a la rutina existente anteriormente y en ese momento ha sido cuando los productores han dado un nuevo giro de tuerca con un capítulo que va a influenciar enteramente el resto de la temporada. Ya el 8x10 se había sobrellevado hacía un punto más emocional, y el 8x11 ha seguido esa continuidad.
El inicio del capítulo me ha recordado al piloto de The Walking Dead. Flashbacks de una habitación con sangre con gran desorden e instrumental por el suelo...Respecto a algunas series intento evitar los avances y/o spoilers por lo que no tenía ni idea de que podía haber sucedido pero pintaba a algo grande y no han tardado mucho en confirmarlo al mostrarnos a un House lavándose la cara apesadumbrado previamente a una cita para ser juzgado acerca del caso de un paciente. Dr. Cofield, el mentor de Foreman en su antiguo hospital: Hopkins, es el encargado de evaluar el caso y determinar si hubo o no negligencia y en ese caso, de quién. Tanto House y el resto del equipo son obligados a realizar testimonio acerca de lo que pasó y así es cómo vamos conociendo detalles del de toda la cronología del caso relatados por los miembros del equipo y discutidos de forma individual lo cual nos complementará la información procedente de los flashbacks de una forma diferente y particular.
La metodología y ambiente de trabajo implementadas por House son puestas en entre dicho desde el primer momento y durante todo el capitulo. Dr. Coefield presionará a cada miembro del equipo para para posicionarse en contra y a favor de House, señalar un culpable, además de cuestionar otras determinadas acciones y también evaluar el buen criterio arbitrario de House en la toma de decisiones a la hora de designar un diagnóstico.
Su excéntrica personalidad y brillantez médica resultan criticadas y alabadas a partes iguales. Pero finalmente, House es indultado. A pesar del lastre que le supone su particular modo de liderar el equipo y falta de empatía con los pacientes, House posee un don privilegiado que hace posible salvar a miles de personas y resultaría incoherente desproveer de ese privilegio a miles de pacientes en busca de una cura que muchos otros médicos no son capaces de encontrar. La balanza queda desequilibrada a favor de House.
- Las bromas reinan en el episodio. Un alumno hace una broma al profesor durante un experimento y por eso resulta herido éste. House descubre que Chase se está acostando con Adams debido al olor de su champú, idéntico al de ésta y también se decide a hacerle una jugarreta con el champú para tintar de naranja su color de pelo. Cosa que no hará ninguna gracia a Chase. Veremos como Chase termina vengándose de éste cambiando su bote de vicodina por un bote de confeti. No sólo Chase tiene que aguantar las bromas de House sino también el equipo ya que éste realiza una ronda de diagnóstico portado una especie de bomba fétida durante el proceso.
- Las bromas y sus posibles efectos colaterales. Dr. Cofield hace ver a House que el ambiente de trabajo impulsado por éste favorece el desacato ante la autoridad y provoca una alta presión en el grupo que resulta perjudicial. House no estará de acuerdo. Para él, resulta inspirador. Y no será el único: Taub cree que la estimulación plus que provoca House en un grupo tan heterogéneo como es el equipo favorece la posibilidad de un mayor éxito a la hora de encontrar respuestas más satisfactorias.
- La evolución de Foreman y su relación con House. Siempre ha estado atraído por la posibilidad de tener un poder mayor y sobre todo, desquitarse del control que le imprimía House y poder devolverle la moneda. Foreman hace una apuesta arriesgada sacando a House de la cárcel y ahora puede verse perjudicado si House resulta considerado culpable, lo que significaría no solamente el fin de la libertad condicional para éste sino la pérdida de la confianza de la junta del hospital en Foreman y por tanto, el ocaso de sus días al frente del hospital. Es por eso por lo que el Dr. Cofield es designado juez arbitrario en la resolución. Foreman espera que dada su relación pasada de maestro y mentor, le favorezca en su resolución. Pero se encontrará todo lo contrario, ya que Cofield mostrará máxima objetividad en el caso, aunque finalmente realice un veredicto favorable a todas las partes. Durante todas estas temporadas hemos visto como todos los miembros del equipo lidiaban con House de una forma u otra, pero Foreman siempre se ha mostrado el más competitivo y abierto a disputas con él. Ha sido en esta temporada cuando definitivamente ha hecho las paces con House admitiendo su don médico y aún con reservas dado su puesto ahora en el hospital, también demostrándole su confianza.
Foreman: "House hace cosas locas, pero sólo las hará si con eso curará al paciente" "Es brillante. Le doy el beneficio de la duda muchas veces, porque he visto lo que puede llegar a hacer"
- La brillantez de House y resolución de los casos condiciona el veredicto. Cofield presencia "el primer milagro" para posteriormente conocer por medio de la esposa del paciente, que House también le ha salvado. Eso hace cambiar su opinión. House se lo echa en casa posteriormente.
- "Everybody lies, except me": aparecía en el comunicado de cancelación y previamente ya en este episodio, una de las bases sustanciales sobre las que gira siempre House.
- Falta de sensibilidad y empatía hacia sus pacientes. Cofield echa encara a House su mal criterio e imposibilidad de realizar un buen diagnóstico al no visitar al paciente. House le lleva la contraria defiendo que le es imprescindible realizar el diagnóstico sin conocer al paciente para aislarse de las mentiras y subjetividades que podrían alterar un objetivo y correcto diagnóstico.
- Chase y House. ¿Qué pasará ahora? Chase era uno de los que mejor ha llegado a comprender a House y eso se deja entrever en la conversación que tiene con Cofield. House no se muestra expresivo y oculta generalmente sus verdaderas emociones e intenciones hacia los demás. No quiere que los demás se den cuenta de ello. Prefiere que lo vean como un robot sin sentimientos o una persona poco sensitiva. Wilson, en contadas ocasiones se cerciona de ello como en el 8x10 y en el 8x11 Chase se lo hace así ver a Cofield a su vez y queda confirmado durante todo el capítulo con el comportamiento de House de cara a su equipo y detrás de su equipo.
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