Esta semana nos dejaba de una vez por todas (o eso creemos) One Tree Hill. Tras más de 9 temporadas en la parrilla televisiva, miles de disparatadas historias y varios amagos de final y cancelación, se ponía punto y final a una de las más longevas series de la TV. Una serie de la cual me hice fan allá en su tiempo cuando la emitían en la 2 en esas noches de verano en las que todavía me quedaba pegado al televisor viendo tal canal, ahora casi olvidado cuando la noche se oscurece. Junto a Smallville, O.C. y Veronica Mars, TVE fue una de las grandes culpables de mi adicción a las series made in USA. Y por ello siempre estaré agradecido. Formó parte de las series que me acompañaron a lo largo de mi crecimiento, de mis meriendas milimétricamente programadas para hacerlas coincidir con los horarios de emisión. Posteriormente, y más en el presente con la irrupción de la TDT, también tuvo cabida con esas madrugadas en las que el insomnio hacía presa de mi y en las que me quedaba enganchado viendo maratones de One Tree Hill en Clan. ¡Ciclos casi idénticos muchas de las veces! No sé cuantas veces habré visto el capítulo de la boda de Haley y Nathan, su tiro libre sin miral o el tiro final de Lucas en las Finales. El caos vivido en los tiroteos del Instituto, el charco de sangre dejado por Peyton y el asesinato de Dan a Keith. Tantos y tantos momentos. Sí, muchos de ellos muy disparatados como el de la niñera psicótica de Jamie o el asesino de Quentin, pero durante largo tiempo estuve embrujado y la perdonaba de todos sus defectos. Fue la serie incluso que nos dio la oportunidad de conocer a Evan Peters (American Horror Story) y Ashley Richards (Awkward), mucho más conocidos hoy en día.
Pero eso cambió. One Tree Hill se devaluó en exceso y sólo continúe siguiéndola por total inercia. Así pues, acabé irremediablemente abandonándola allá por la séptima temporada cuando el desinterés y aburrimiento creció. Los que somos aficionados al basket y veíamos la serie, también comenzamos a echar un poco en falta esos momentos, esa esencia que completaba la serie. Fue también otra de las razones para dejarla definitivamente de lado. Finalmente, y tras dos finales anteriores a sus espaldas (con el final de la quinta temporada y su despedida del instituto que bien pudo ser el final y el de la octava temporada), One Tree Hill se despide. A la tercera fue la vencida. El partido se acaba, pero siempre nos quedará River Court o mejor dicho, los DVDs para rememorar sobre todo esas primeras temporadas tan entretenidas y emocionantes.
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