martes, 31 de enero de 2012

SHAME: provocativo, perturbador y anhelante paseo por la adicción sexual

Realmente había decidido no hacer crítica de cualquier película que hubiera visto ya antes de dar arranque al blog, pero no me he podido resistir con Shame...Y es que la polémica ha salpicado nuevamente a la provocativa película del director Steve McQueen, abanderado de Michael Fassbender. Y todo ha sido debido a los pósters de la película promocionados en Hungría:


Me he quedado con una risa maniática WTF! (tal como Fassy aquí, bueno...no tanto) cuando los he visto pensando: "No Way!! Lo han hecho!" A mi parecer, habían estado magistrales con los otros cárteles, pero en estos quizás se han "pasado algo de rosca". De todas maneras, mi más sincero aplauso ante tal toque maquiavélico y al igualmente tan imaginativo, sobre todo por el que ponemos como imagen. Podéis ver una galería del resto de cárteles promocionales de Shame en nuestro Facebook:

Y es que Shame ha estado dando que hablar durante prácticamente todo la mitad parte del año siendo alabada en la mayoría de críticas que han contrastado con otras menores considerándola demasiado transgresora, casi pornográfica. He aquí mi parecer (sin spoilers, a ser posible): 

SHAME: el "tormento" de una adicción 

Desde el principio, McQueen deja clara sus intenciones de montaje visuales para el resto de la película con la aparición del título impresionado en las sábanas de la cama de Brandon tras el abrir de las cortinas. Resulta la invitación para adentrarnos en un mundo tormentoso de un adicto sexual.

Brandon es un guapo y exitoso hombre de negocios de unos 30 años de edad afincado en un buen apartamento con excelentes vistas en NY. Casi todos sus compañeros pensarían que la vida le sonríe y que es feliz, pero realmente no es así. Pasa 24/7 obsesionado con el sexo, con saciar su deseo que provoca constantes encuentros con mujeres de cualquier clase, ya sea en bares, discotecas, o bien prostitutas o chicas-webcams que le sacian del placer que busca, que necesita, que anhela, del cual es esclavo. Todo resulta propicio y oportuno con tal de conseguir rellenar aunque sea de forma temporal ese hueco que sufre en esa vacía vida en la que parece que los únicos amigos que tiene son su porno y su jefe, con el que sale para ligar y alimentar su adicción.


Controlado por su adicción, vive una vida de pleno orden en un intento de ocultar esa parte oscura de sí mismo a los demás, algo por lo que siente verdadera vergüenza. La aparición sorpresa de su hermana Sissy en su casa trastoca todo su orden acompañado de la imposibilidad de satisfacer su adicción de forma tranquila y continua. Una y otra vez había ignorado sus llamadas para no hacerla participe de su promiscua vida, pero no más tiempo puede ignorar al mundo, puede ignorar a lo demás cuando se presenta en su casa de imprevisto. Su irritante e inestable hermana depresiva, necesitada de afecto y con signos de auto-lesiones resultan un mal cóctel que consiguen fácilmente proliferar y exponer todas las vergüenzas e inseguridades de Brandon. Necesitado de su propio espacio con el que lidiar y satisfacer su adicción, ve como su hermana se apodera más y más de su vida, convirtiéndose en una carga y forzándole a perder todavía más el control y a sentirse todavía más perdido y desubicado.

Sobrepasado, sobrealterado, McQueen nos implica desde el primer momento en este camino a los infiernos, nos hace ponernos en la piel de Brandon aunque no sepamos a veces ni comprender ni saber que surca exactamente por su cabeza. Con una gran proliferación durante el film de las secuencias largas, de secuencias oscuras, frías y solitarias nos hace ver su dolor, sentir su desesperación, su agobio. Fassbender se muestra sublíme, espectacular en ese intento exitoso de mostrarnos a un hombre que se consume poco a poco para al final verse completamente derrotado por sus emociones, sus vicios carnales, que le abocan a la miseria. Un cúmulo de sensaciones y expresiones a los que Michael nos hace llegar y que con otro actor no hubieran resultado.


Devastadora, absorbente, llegando a quitar casi la respiración. Las escenas de sexo tan gráficas se hacen totalmente necesarias en pos de hacernos participe de lo que siente Brandon a cada momento y hacernos mostrar cómo va necesitando más y más, como entramos en una espiral de sexo continuo y sin final, y él no tiene nunca suficiente. Ese vacío a la mañana siguiente o nada más acabar "la faena" , busca ponerte en la piel de un adicto sexual aparentemente sin ningún tipo de problema en su vida, que sin saber el porqué se ha visto abocado a esa adicción hasta que ha llegado a formar parte de su vida diaria y que seguramente desde el punto de vista clínico sería diagnosticado como una persona sana, pero no lo es, pues ese problema, resulta desgarrador, asfixiante y le condiciona absolutamente y más aún para sus relaciones amorosas, prácticamente inexistentes. Brandon se muestra frío y distante en las relaciones, y esos affaires de una noche no ayudan a mostrarle más sensible y cercano. Se mueve "como pez en el agua" cuando sólo quiere  sexo a cambio, cuando no necesita nada más que apagar ese deseo adictivo...pero cuando quiere sentir "algo más" ya no responde, mostrándose totalmente inexperto.


Y sólo, finalmente, ante la intromisión de su hermana se ve forzado a experimentar otro tipo de emociones ( "New York, New York" los primeros indicios). La escena final me ha encantado, y no la detallaré mucho para no spoilear, pero me encanta que no se terminen de cerrar estos finales y sean abiertos para dejar el suspense y la imaginación al espectador aunque a mucha gente, al contrario, le chirrie. Me quedo con el posible desenlace positivo de esa última escena, ya me entenderéis quienes la hayáis visto ya.

         "We're not bad people,  we just come from a bad place".
 El hecho de ser considerada NC-17 (por su alto contenido sexual gráfico) y la siempre poco receptiva crítica procedente de Hollywood ante estas películas ha provocado que no sólo Shame fuera ignorada en premios como los Oscars sino que también Michael Fassbender con una magistral interpretación fuera ninguneado y olvidado. Lamentablemente, no le veremos en los Oscars, aunque sí en los BAFTA.

Francamente, pienso que Shame es una buena película con un gran transfondo para el estudio de las relaciones humanas y el constante desafío que les supone en el caso de ser personas disfuncionales y/o con determinados trastornos , pero no considero que sea una película Hollywood, y eso le ha lastrado a ella y a Fassbender, sorprendentemente también. McQueen ya se sinceró y confesó sentirse decepcionado por cómo era el mundo Hollywood cuando tras su éxito con Hunger se le dió la oportunidad de pasearse por sus lares en fiestas y determinados actos y pudo reconocer de primera mano cómo eran determinados cineastas, etc...


Respecto a la película en sí, estamos ante un director que como el mismo ha reconocido, no hace películas Blockbuster o estilo Hollywood, sino películas "con significado personal para él y que pueda ayudar a otras personas a verse reflejadas en pantalla de algún modo"

Si ya es injusto para muchos que Gosling no resultara nominado, igual de injusto o más es que Fassbender no lo sea por su interpretación en Shame, la cual considero como la mejor de este año con Jean Dujardin, a falta de ver la interpretación de DiCaprio en J. Edgar que es la única que me queda de los nominados por ver. De todas maneras, lo que si que es cierto es que Fassbender ha recibido una publicidad tremenda y estamos ante uno de los actores de futuro y ya de presente de la Academia, y no sería de extrañar que tenga otra oportunidad para ser nominado al Oscar pronto. Crucemos los dedos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario